Esta opera prima, que ha sido publicada por la editorial Algaida, fue objeto de una animada mesa redonda en la que, además del propio autor, participaron su editor, Miguel Ángel Matellanes, la periodista de la Cadena Ser y El Duende Paloma Fidalgo, el periodista y director del programa de radio “El Marcapáginas” David Felipe Arranz y el periodista y crítico literario Javier Velasco Oliaga, director de la revista digital “Todoliteratura”.
Una de las cuestiones más reiteradas fue a qué género literario adscribirla: según Matellanes El caso Galenus es un criothriller o tecnotrhiller, pero a la vez es una novela de personajes en la que a su autor le importa mantener la verosimilitud narrativa. Pese a su modernidad, se puede considerar asimismo como una novela de intriga clásica, una novela policiaca tradicional, puesto que hay que resolver un crimen, aunque sucedan muchas cosas hasta que se llegue a la resolución del mismo.
Paloma Fidalgo destacó que, frente a ese clasicismo, esta novela incluye atisbos de modernidad que rompen con lo clásico en su intento de escapar a los tiempos: si en aquellas obras la mujer era simplemente la mujer florero, aquí va a ser la protagonista, los personajes no son o buenos o malos, tienen fisuras, resultan más complejos, Curiel ha huido del estereotipo plano y con ello ha realizado una labor psicológica muy buena.
Alberto Curiel confesó cómo empezó a escribir esta obra: fue hace unos dos años, durante un viaje de soltero a China, país que además aparecerá en la novela. Comenzó con la bisoñez de quien empieza una actividad sin tener muy claro si lo que hace va a llegar al público a que está destinado. Le impulsó a ello tener una historia que contar, que fue elaborando poco a poco, se la enseño a varios de sus amigos y al confiar estos en su valía vio la luz.
Puede ser cierto, como señaló Curiel, que crear un best-seller sea una de las cosas más difíciles que existen, un libro que se venda desmesuradamente, haber escrito algo con lo que la gente no se duerma antes de llegar a la página 10 y por lo que sienta un interés que lleve a leerlo hasta el final. De ahí que sea tan complicado escribir una novela buena… o, al menos, atractiva para el lector, con gancho.
Como trhiller clásico, El caso Galenus recuerda a las novelas de Michael Chrichton. Recrea un ambiente que el autor conoce muy bien, en el que las mujeres tienen que luchar mucho para conseguir puestos de gran responsabilidad en las empresas, debido a que éstos están habitualmente desempeñados por hombres, y ello arrostra grandes peligros para cualquier mujer que se lo proponga.
La novela comienza con una tórrida escena: el reencuentro de la protagonista, dieciocho años después, con una vieja amiga del colegio, con la que hubo algo más que una simple amistad cuando vivieron juntas en aquel colegio mayor. Su amiga es una mujer muy sensual, casada con un tipo realmente poderoso, vinculado al mundo de la ONS, de la empresa, un hombre con muchos contactos. Las quejas que lee la protagonista en los chats que se cruzan van más allá del lamento ante un matrimonio gastado, traslucen peligro por alguna razón empresarial vinculada a las multinacionales con las que se relaciona su marido.
Y aquí surge un dilema muy actual, con un trasfondo ético, la tesis de la novela de Curiel, una novela comprometida que parte de una distopía: qué responsabilidades hay detrás de que en 2014 no se cure la enfermedad más mortal, el cáncer, cuando existe cura para la misma. Quizá las razones que impidan alargar la vida de las personas y hacerla más agradable sean demográficas, puesto que un crecimiento poblacional generaría nuevos problemas complicados de resolver: ¿qué sería de tantas generaciones si hubiese posibilidades de alargar la vida hasta casi la inmortalidad? La superpoblación sería incontrolable, el reparto de riquezas sería un problema aún mayor y las desigualdades se acentuarían al no poder satisfacer las necesidades de todos ni siquiera en el grado en que se hace actualmente.
No es una novela maniquea que trate de buenos y malos, sino una novela que se plantea cómo gobernar este mundo ante los avances tecnológicos científico-médicos. Para ello se plantea cómo influyen en ello los intereses creados, los millones y millones de dólares que están en juego por medio en todo el mundo, de ahí que El caso Galenus se ambiente en muchos escenarios, recree varios ambientes y resulte también una novela de acción con personajes muy activos, tanto en sus acciones, como en los escenarios por los que se desplazan, de ahí que a veces se encuentren con sorpresas. Es decir encierra una atmósfera activa y múltiple.
En El caso Galenus Isabel Sáenz de Tejada, una alta ejecutiva, protagoniza un viaje de no retorno en el que se entabla una confrontación entre dos mundos: el de los hoteles de cinco estrellas, con lujo y poder desmedido, el ambiente de los tiburones de las finanzas y de las multinacionales, por un lado, y por otro, el mundo del hampa, con personajes residuales muy peligrosos.
De estilo voluntariamente ágil y entretenido, El caso Galenus es una novela muy moderna que se enmarca en la línea de moda en España en estos momentos: el thriller, que le ha robado protagonismo a la novela negra tan de moda hasta hace pocos años. Es un thriller internacional y viajero, ambientado en Colombia, China, Francia, Gran Bretaña y España.
Desde el punto de vista estilístico, que esté protagonizada por un periodista de investigación, Ángel Fuentes, al que le llega una trama sobre la que investigar, permite un doble juego en la manera de narrar: comienza en primera persona como periodista, después éste asume la trama de la novela y la desarrolla en tercera persona, y al final vuelve a la primera persona para exponer las conclusiones sobre quién es el responsable del crimen ocurrido. Ello genera "un ritmo in crescendo buscado para contentar al lector cuando culmine su lectura", como señaló Javier Velasco.
Puede ver el booktrailer AQUÍ
Puede comprar el libro en:
Si (
No(
